Hace tiempo estuve en una feria para ver los últimos modelos de césped artificial que se presentaban. La verdad es que el grado de realismo era tremendo. Pero lo que está claro es que no es césped y lo que pienso que hace que nos decantarnos por uno u otro es el mantenimiento. No conozco a nadie al que la estética del césped artificial le parezca superior a la de un césped natural. Eso sí, no le salen calvas.
Muchas empresas han proliferado con la mejora de la estética del césped artificial. En España en particular, y ayudados por la escasez habitual de agua en verano, han conseguido que cada vez más gente se decante por un recubrimiento artificial que emula un césped en lugar de solar toda la parcela. El cesped artificial está desplazando al tradicional empleo de alfombras de cesped natural en parques y jardines públicos, es evidente el considerable ahorro en mantenimiento, instalaciones de riego y agua.
A la hora de instalar el cesped, independientemente de si nos decantamos por la opción del natural o el artificial, es importantísimo nivelar el terreno, rastrillarlo para eliminar las piedras más gruesas y posteriormente asentarlo. Si cabe todas estas acciones son más importantes con una instalación de cesped artificial ya que posteriormente es más complicado arreglar los posibles defectos en la instalación.
Logicamente, dentro de un blog dedicado a la madera de exterior no podemos dejar de hablar de la utilidad de la madera de exteriores en conjunción con el cesped. Integrar una superficie de cesped con unas jardineras de madera ya sean elevadas o al nivel del suelo dan una imagen más armónica y limpia que si no «rompemos» la continuidad de la alfombra. Unas traviesas ecológicas ayudarán a mantener los bordes con flores y plantas separados de la zona de hierba.